La semana pasada vimos la
primera parte del rol de víctima, aquella que se auto-incapacita para obtener
refuerzos de lástima o negativos y encontrar salvadores que les solucionen las
cosas. Pero hay dos tipos más de víctimas:
La víctima “exigente”
Es un personaje que,
haciendo alusión a alguna situación difícil que hubo en su vida, se tiene por
merecedora de un trato “especial”. Como víctima que es, se cree con menos
recursos y capacidades que las otras personas pero, además, exige que los otros
lo tengan en cuenta y “bailen a su alrededor”. Cree que todo el mundo, tanto
las personas que les rodean como los servicios sociales, médicos, la justicia,
etc. tienen la obligación de ayudarle.
- Juegos habituales
- “Me han de perdonar o disculpar”. Las
otras personas deben aceptarle como es, (sea maleducada, exigente,
déspota, etc o bien esté siempre llamando la atención) porque “es una
víctima de sus circunstancias”
- “Es vuestra obligación”. Se cree
merecedora de atenciones especiales por parte de todos.
- “Alboroto”. Si los demás no hacen lo que
la víctima quiere, organiza un alboroto: grita, llora, puede llegar a
romper cosas, amenazar…
- “Mira qué me has hecho hacer”. La
persona nunca asume ninguna responsabilidad respecto a sus actos. Siempre
le da la vuelta para hacer sentir culpables a los demás.
- “Si,
pero”. Cuando se le hace una
sugerencia para que mejore su situación, pondrá mil y un inconvenientes
para no hacerlo. En realidad, lo que quiere es quejarse y que se lo
solucionen.
- “Nadie me ha de decir lo que tengo que
hacer”. Se puede indignar ante sugerencias de mejoría de su situación. Lo
que quiere es perpetuarla y salirse con la suya.
La próxima semana, la
víctima autodestructiva.
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