CATALÀ

Cómo nos enfrentamos a los problemas (3)


Fase de contacto: Es el momento del encuentro con el elemento a solucionar. Hay una fusión momentánea del cuerpo, la afectividad, los aspectos cognitivos y el movimiento. Es el momento en que se concentran todos los aspectos que se han trabajado antes: la decisión, la energía, la superación de los miedos, de los obstáculos... Este momento se centra en el presente. Exige toda la concentración y las fuerzas necesarias.

Fase de satisfacción o realización: Una vez se ha obtenido aquello que se deseaba, hay una sensación de satisfacción, de bienestar y equilibrio. Es cuando llega la calma después de la tormenta. Es el momento de disfrutar de aquello que se ha conseguido. Hay personas que no se permiten disfrutar del momento. No se dan permiso para la recompensa. Todo logro merece su premio. Son personas a quienes  no se les ha permitido nunca darse un respiro, a quienes se les ha exigido unos niveles de rendimiento constantes. Es necesario que se den el permiso para celebrarlo, de manera proporcionada al logro. También hay personas que se dedican a comparar sus logros con los de los demás, de una forma competitiva, o con sus propias expectativas, calculando la distancia entre su idealización y la realidad.


 
Fase de retirada y relajación: Es necesario cerrar el ciclo. Abandonar el objeto de contacto y pasar a una etapa que se denomina “vacío fértil”. Es el tiempo para digerir y asimilar aquello que ha ocurrido. Es el momento para pasar página y dejar de preocuparse por aquello, de relajarse. Si no lo dejamos atrás, podemos caer en la obsesión, que no nos dejará avanzar hacia nuevos objetivos. Hay personas que tienen dificultades en esta fase de retirada, que no se pueden relajar después de haber conseguido su objetivo. Esto también tiene que ver con la autoexigencia.

Cuando hemos conseguido nuestro objetivo, lo hemos celebrado y nos hemos retirado al “vacío fértil”, surgirá una nueva fase de inquietud, volveremos a empezar el ciclo para un nuevo cambio. Volveremos a pasar por todas las etapas para solucionar un nuevo problema. El tiempo que pasa entre la retirada de un problema solucionado y el planteamiento de uno nuevo, dependerá de muchos factores. Cuanto mayor sea el problema que hemos solucionado, más se alargará la fase de relajación y retirada. También dependerá de la urgencia del nuevo problema. Si es un problema vital, deberemos reducir la fase de relajación para hacer frente a esta nueva situación.


En el próximo artículo hablaremos del tiempo, de cómo se estructura, las formas que hay de estructurar el tiempo, y con qué cosas lo llenamos.



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