El tiempo es la posibilidad que tienen los
seres humanos para crecer y desarrollarse.
Es donde tiene lugar el contacto con los
demás, o el aislamiento.
Según Erich Berne, hay 6 tipos de
actividades con las que ocupamos todo nuestro tiempo. Y para que la persona
lleve una vida emocionalmente sana, debe haber un equilibrio entre los
diferentes tipos de actividades. Si hay un exceso de una o un defecto de otra,
es señal de un desequilibrio en nuestras actividades, nos estamos perdiendo
algo, o estamos evitando cosas. O estamos obsesionados con algo.
Los 6 tipos de actividad son: Aislamiento,
actividad, rituales, pasatiempos, juegos e intimidad.
El
aislamiento o retiro: No hay relación con los otros. Es el tiempo que nos
sirve para reflexionar, introyectarnos (mirar hacia nuestro interior), tenernos
más en cuenta, escuchar qué necesidades estamos desatendiendo... es el rato
para leer, escuchar música, relajarse, pensar, etc.
La parte negativa es que alguien aislado
puede ocupar su tiempo en ensoñaciones y fantasías, diálogos internos
negativos, proyecciones hacia el pasado o el futuro, pero sin vivir el aquí y
ahora. Todos necesitamos cierto grado de aislamiento de vez en cuando. La falta de aislamiento no nos permite centrarnos en nosotros mismos.
La gente que evita estar aislada y tiene una necesidad constante de contacto con los demás, también denota un problema, probablemente de dependencia.
En el otro extremo, encontraremos a la persona que evita deliberadamente el contacto con los demás, por miedos, por falta de habilidades sociales, por timidez, etc. También son temas a tener en cuenta.
La persona, durante el retiro, no recibe caricias* del exterior, aunque puede darse autocaricias, pero estas no son suficientes como fuente de reconocimiento.
La
actividad: El tiempo que empleamos en la actividad está muy programado y orientado
a la realización de una tarea. Va desde las obligaciones (trabajo, cuidar a
alguien), a las necesidades (alimentación, higiene personal, limpiar la
casa...) o las actividades de ocio, deportivas, etc. Están dirigidos hacia el
contacto con la realidad. La actividad se puede hacer solo o con otras
personas. Son transacciones adulto-adulto. Llenan una gran parte del tiempo de
las personas y proporcionan caricias generalmente condicionadas. Son
importantes, pero no suficientes para la persona.
* Entendemos por “caricias” cualquier
estímulo de los demás, sea positivo, negativo, condicional, incondicional, de
lástima, etc. Para más información, ver artículo sobre estímulos, caricias y
refuerzos.
La semana que viene, continuaremos con la
estructuración del tiempo.
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