¿Qué te han traído los
reyes? Y no me refiero a un jersey, un bolso o una colonia...
Todos pedimos alguna cosa
a los reyes, aunque sea de forma inconsciente. Tiene que ver con nuestras
asignaturas pendientes. Pedimos trabajo, o pareja, o salud, o nuevas amistades,
o cosas más habituales como dejar de fumar o adelgazar. Conozco una chica, que
con 34 años, escribió en un papel que quería pareja e hizo cola para el paje
real. Le entregó la carta, tragándose la vergüenza. Aquel año encontró pareja.
¿Los reyes? ¿Un milagro? ¿Casualidad? No. Pienso que es una cuestión de
predisposición. Muchas veces pedimos cosas, pero no estamos dispuestos a mover ni
un solo dedo para conseguirlas, esperamos verdaderamente que “nos lo traigan”.
Los reyes nos han traído a todos un gran regalo: un año nuevo lleno de
posibilidades, lleno de días con sus noches, en los cuales podemos poner manos
a la obra para conseguir aquello que hace tanto tiempo que deseamos.
Os invito a escribir la
cara a los reyes. A hacer una reflexión de qué cosas queremos conseguir durante
este año, qué cambios queremos verdaderamente en nuestra vida. Y también qué
estamos dispuestos a hacer para conseguirlo. Es muy frecuente pedir “que me
toque la lotería”, pero no jugamos nunca. O “perder 10 kg ”, pero no estamos
dispuestos a seguir una dieta.
¿Qué es aquello que
verdaderamente quieres conseguir? ¿Es realista? ¿Depende en parte de algo que tú
puedas hacer? ¿Qué has de hacer para conseguirlo? ¿Qué estás dispuesto a hacer?
¿A qué cosas estás dispuesto a renunciar? ¿De qué cosas te tendrás que despedir
o dejar atrás? Cuando hayas contestado a todas estas preguntas, sólo hace falta
una cosa: tomar las riendas y empezar. Aquello
en lo que concentramos nuestra energía, aquello nos saldrá bien. Si lo
queremos de verdad y luchamos para tenerlo, si estamos abiertos al cambio, el
cambio llegará.
Unas cuantas sugerencias
para el éxito:
1. No te hagas demasiados
propósitos de golpe. Es más fácil centrar nuestra energía en una sola cosa y,
cuando la hayamos conseguido, entonces nos planteamos otra. Acostumbramos a
querer: dejar de fumar, adelgazarnos, ir al gimnasio y volvernos ordenados,
todo de golpe. Y el día 15 de enero nos hemos olvidado de todo. Elegid una sola
cosa: por ejemplo, el gimnasio.
2. Hagamos un calendario
realista: cuántas veces iremos, qué días, en qué horario, escojamos un horario
que sepamos que vamos a cumplir. La falta de realismo es la que a menudo acaba
con nuestros propósitos. “Me levantaré a las 6 de la mañana, y...” esto durará
3 días.
3. Mejor hacer propósitos
“pequeños”. Es mejor plantearse perder 5 kg que 25. Cuando hayamos perdido 5, entonces
decidiremos perder 5 más. A la larga sacaremos más provecho, no se nos hará la
montaña tan alta.
4. Pensemos qué podemos
hacer nosotros para conseguir nuestro propósito. Muchas personas se leen el
tarot o miran el horóscopo, esperando la respuesta “mágica”. Si ponemos nuestra
energía en conseguir aquello que queremos, sacaremos mucho más provecho que
“esperando el milagro” sin hacer nada.
Y ahora... ¡adelante! ¡Lo
conseguirás!
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