CATALÀ

¿Qué es el pensamiento positivo? (2)

¿POR QUÉ FALLAN NUESTROS PROYECTOS?
(Dedicado a J)

Vimos la semana pasada cual es el origen de la actitud negativa o pesimista, y también algunos de los mecanismos que utilizan las personas pesimistas para formar pensamientos negativos: la generalización (todo el mundo, siempre...) y centrar las conclusiones en la persona, y no en aquello que ha hecho (“soy un desastre”, en vez de “esto no me ha salido bien”).

Otra cuestión a tener en cuenta es hacer un planteamiento realista cuando empezamos una tarea: todos los proyectos se pueden ver truncados y todos los caminos tienen sus piedras: las dificultades son inherentes a cualquier hito. Si pensamos que todo ha de salir perfecto, ¿qué pasará cuando tropecemos en la primera piedra? la persona positiva, se levantará y continuará adelante. El pesimista, pensará que el camino tiene demasiadas piedras y volverá atrás.


Un exceso de actitud crítica acostumbra a ser causa de fracaso: y la crítica se come nuestra energía. Cuando nos auto-criticamos, pensamos en si esta crítica la haríamos a una persona a la que queremos mucho: ¿somos justos con nosotros mismos? ¿o nos estamos maltratando? Toda persona tiene derecho a equivocarse, todos tenemos derecho a rectificar. Todos merecemos otra oportunidad. Y nosotros, también. A menudo, somos capaces de perdonar los fallos de los demás, pero somos implacables con nosotros mismos.

Cuando iniciemos el camino hacia una meta, es preciso que nos planteemos si aquello que nos proponemos es factible: no es lo mismo subir una montaña pequeña, que intentar llegar a la cima del Everest. A la montaña pequeña, llegaremos con más facilidad. Pero para subir al Everest, nos tendremos que plantear si realmente entra dentro de nuestras posibilidades: si es así, debemos hacer una planificación realista: cuánto entrenamiento necesitamos, cuánto tiempo, si hemos de pedir ayuda a alguien, etc.

Las prisas son enemigas de todo proyecto: a menudo queremos obtener resultados de forma inmediata, y perdemos la paciencia demasiado pronto.
Hay que tomarse el tiempo necesario para prepararnos, ir corrigiendo errores, aprendiendo lo que haga falta, y hacer una planificación realista del tiempo. Valorar los pequeños resultados, nos animará a continuar adelante.

Administrar bien nuestra energía es importante. Cuando nos centramos en conseguir alguna cosa, ponemos gran parte de nuestra energía en ello. Pero conviene tener en cuenta cuánta energía (y tiempo, y dedicación, etc.) necesitamos para nuestro proyecto y cuánto necesitamos para todas las demás cosas. En la vida cotidiana, tenemos diversas obligaciones y también ciertas necesidades. Y no las podemos dejar de lado indefinidamente para dedicarnos sólo a una cosa. En esto también hay que ser realista, quizás la consecución de nuestra meta será más lejana, si hemos de repartir el tiempo y las fuerzas en diversas cosas. Tendremos que priorizar las cosas importantes y renunciar a algunas otras si queremos centrar las fuerzas en nuestro proyecto.

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