CATALÀ

Los juegos de poder (1)

Los juegos de poder son estrategias que se utilizan para controlar el comportamiento de otra persona: para obligarle a que haga algo que no desea, o para impedirle que haga algo que desea hacer.

Hay juegos muy claros, donde no se disimula la intención de controlar al otro, y otros más sutiles. Sea como sea, el juego de poder tiene la clara intención de manipular al otro y controlar su comportamiento.

Se utilizan diferentes armas psicológicas, que analizaremos, pero también actitudes corporales: desde la posición del cuerpo hasta la amenaza gestual, según el grado de agresividad.


Los juegos de poder explotan diferentes debilidades del otro: el miedo, la culpa, la impotencia, la credulidad, etc.

Una de las más utilizadas, sobre todo desde la publicidad y las técnicas de venta, es la creación artificial de “necesidad”: hacernos creer que necesitamos algo. Hay una clara diferencia entre lo que realmente necesitamos y lo que es superfluo o prescindible. Aquí se utilizan “necesidades” sutiles, como el estatus, el prestigio, lo que “se supone que debería tener”...

Con los niños hay un juego cruel que se utiliza frecuentemente, que es el “no te quiero si no haces...”. Se le hace creer que el amor es un bien escaso, algo que se puede dosificar, incluso terminar. El pequeño lo cree y se convierte en manipulable. También se utiliza, de forma más sutil este juego en la pareja, dejando de hablar al otro o retirando todo gesto de cariño, si el otro no cede a nuestros deseos.

El mal humor o la cabezonería son variantes de estos juegos. O manipular con algo que “yo tengo y tu no”: por ejemplo, yo tengo coche y tú no, y eso me da “derecho” a decidir a qué hora se sale, se vuelve, incluso a dónde vamos o no vamos.

El “haz lo que quieras” con la posterior indiferencia, es un juego que pretende fomentar la culpa en el otro.

Hacer las cosas a paso de tortuga, hacerse el torpe, llegar tarde etc. son otras formas de juego de poder, desde la pasividad. Tratan de terminar con la paciencia del otro, y desde luego, no son opciones razonadas de persona adulta. Pretenden que el otro acabe por hacer aquello que nosotros no queremos hacer, o “demostrarle” nuestra disconformidad.

Las huelgas, son juegos de poder desde la pasividad, destinados a conseguir algo. (No entro aquí a valorar cuestiones morales, sólo trato de hacer un análisis psicológico de los tipos de juegos de poder).

En los próximos artículos seguiremos viendo los diferentes juegos de poder y qué podemos hacer para contrarrestarlos.

Telf.:605 52 52 81

No hay comentarios :

Publicar un comentario