CATALÀ

Los juegos de poder (4)

En anteriores artículos hemos tratado algunos de los juegos de poder más frecuentes entre las personas: Concretamente, los de “todo o nada”, que explotan la avidez, la necesidad o valoración de algo, sea material o emocional, los juegos de intimidación, que utilizan el miedo y la culpa, mediante la posición física o la manipulación verbal. Hoy le toca el turno al grupo de las mentiras.


Las mentiras explotan la credulidad de la otra persona, o bien el miedo a confrontar lo que se intuye, por miedo a la respuesta, o por las consecuencias que puede acarrear destapar la verdad. Hay diferentes tipos de mentiras:

La mentira descarada. Suele ser tan burda, tan exagerada, que no podemos creer que sea mentira.

Las personas que se muestran súper-honestas cuando las estamos conociendo, esforzándose en parecer nobles y transparentes, pueden esconder los mayores secretos, y tratarse de una sobre-actuación.

Las omisiones, los secretos y las medias verdades son otra forma de mentiras. Omitir parte de la información intencionalmente, contar la verdad a medias, o contar sólo una parte de una historia, son formas de manipulación desde la mentira.

Las mentiras “piadosas” aquellas que se hacen con la intención de no lastimar a la otra persona, no dejan de ser una forma de poder, aunque su intención sea buena.

Hay una típica de estas estrategias que utiliza con frecuencia la publicidad y también los vendedores, consistente en ofrecer una “gran cosa” a cambio de “muy poco”, pero omitiendo la “letra pequeña”: “Te regalamos un móvil nuevo si te pasas a nuestra compañía” (pero estás obligado a permanecer por dos años, y dentro de uno te subiremos la cuota al doble...)

La utilización de los datos estadísticos se presta frecuentemente a la manipulación: “El 80% de la gente utiliza este producto” (u opina así, o votará a tal partido...). En primer lugar, habría que ver cómo se ha realizado la mencionada estadística, pues hacer un muestreo proporcionado de población, teniendo en cuenta todos los factores sociales, culturales, etc. es realmente difícil. Además, no debería influir lo que “compre la mayoría” si a nosotros no nos convence realmente ese producto.

Contarle a alguien algo “confidencial” o un rumor, suele ser la mejor manera de extenderlo. Y utilizar a ese alguien para que lo extienda, es una manipulación. Generalmente, se utiliza la calumnia o el rumor como un juego de poder, para desacreditar a alguien o para conseguir alguna cosa.

Contrarrestar los juegos basados en la mentira es difícil. Generalmente, la persona que miente se indigna si tratamos de destapar la mentira, y utilizará la ironía, desviar la atención, incluso la rabia, con tal de no reconocerlo. Se hace difícil también la solución cooperativa. En cuanto a los rumores, conviene averiguar la fuente de donde surgió.

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