Continuando con
este tema, otro tipo de juego de poder frecuente entre las personas es el
fingimiento. Ejemplos de este juego son: hacer ver que no se ha oído lo que se
le ha dicho, “es que no oí que tuviera que pasar a por el pan”, o el teléfono
que falla (curiosamente) cuando se le envían mensajes, hacerse los olvidadizos,
(“ay, no recordaba que habíamos quedado ayer”), ignorar las reglas del juego
establecidas, (“¡huy!, no me acordaba de que no te gusta que fume en tu casa”),
o insistir en lo que se ha negado: (“en serio, es que este teléfono me va
fatal!!”). Estas actitudes son típicas en algunas personas, las utilizan de
forma sistemática para evitar hacer lo que deben hacer, para romper sus pactos
o compromisos sin enfrentarse a ellos, etc. Causan rabia e indignación en las
otras personas.
La antítesis
consiste en clarificar: “¿te has enterado?” “¿has recibido mi mensaje?,
responde, por favor”. La solución cooperativa pasa por expresarle al otro cómo
te sientes. “Tu actitud me causa rabia, ¿de qué otra forma podríamos hacerlo?”
pero como en todas las soluciones cooperativas, exige compromiso y madurez por
ambas partes.
Hay un juego
que llamamos “tú me debes”. Explota la culpa del otro o el sentido de
obligación. Se da, sobretodo, en relaciones basadas en que uno es salvador
(excesivamente protector) y el otro se hace la víctima (juega a tener “menos
recursos” o a estar más indefenso). Se establece un vínculo basado en que uno
le saca “las castañas del fuego al otro”, y cuando éste se cansa, la víctima
exige, haciendo que el salvador se sienta obligado o culpable. Para salir de
él, es necesario que el salvador empiece a pensar más en sí mismo y no tanto en
el otro, y la víctima empiece a madurar y contar con sus propios recursos.
Contrastar el juego claramente es un buen principio: “no tengo obligaciones
contigo, te ayudaré si yo quiero”.
Hasta ahora
hemos descrito los diferentes tipos de juegos de poder. Pero ¿cómo podemos
evitarlos?
Hay 4 tipos de
manipuladores o jugadores de poder:
1)
Manipuladores conscientes: Saben que están manipulando: Vendedores,
políticos... Tienen sangre fría. No se irritan. Actúan con delicadeza y buen
humor. Su finalidad es clara: vender, conseguir votos, conseguir un cambio en
la otra persona... Si somos conscientes de su juego, podremos escucharles y
decidir si queremos o no lo que nos ofrecen.
2) Manipuladores
instintivos (o exaltados): Son semiconscientes, no deliberados. Usan el juego habitualmente
como forma de relacionarse, para ellos es normal lo que hacen, no creen estar
haciendo “algo malo” y escalan: si nos oponemos, juegan más fuerte todavía. La
gente se les aparta.
3) Inocentes:
No tienen habilidades para el juego, les cuesta reconocer los juegos de los
demás. Suelen ser víctimas de los otros tipos de jugadores.
4) Personas que
rechazan conscientemente los juegos. Simplemente, no entran en ellos. Prefieren
cooperar.
Qué pasa cuando
se encuentran:
Consciente con
inocente: Manipulación
Consciente con
rechazador: Lucha
Exaltado con
inocente: Dominio
Exaltado con
exaltado: Griterío
Inocente con
inocente: Armonía
Rechazador con
rechazador: cooperación
No hay comentarios :
Publicar un comentario