CATALÀ

Y tú, ¿qué sientes?

Sensaciones, sentimientos, emociones, pasión... ¿qué son? ¿Todos sentimos de la misma forma? ¿Cuántos sentimientos diferentes somos capaces de reconocer? ¿Hay emociones prohibidas?


La sensación emana del primer contacto que tenemos con un objeto, persona, situación... de aquí se desencadena una de las otras tres: en orden de intensidad y duración, una pasión es breve y muy intensa, una emoción también es intensa pero no tanto y tiene una duración limitada, un sentimiento es mucho más permanente. También podemos hablar del estado de ánimo, que puede variar de un día a otro.

Pondré un ejemplo: conocer a una persona nueva nos provoca algunas sensaciones: agradables, desagradables, recibimos una serie de estímulos y sacamos conclusiones; es simpático, es agradable, es seco, es tímido... es abierto o cerrado. Hacia esta nueva persona que ha entrado en nuestra vida, podemos tener diferentes niveles de sensación: un sentimiento agradable que hace que tengamos ganas de volverla a ver, una emoción: por ejemplo, me ha gustado a un nivel más profundo y quiero mucho más contacto con esta persona, me remueve cosas por dentro. Vamos a suponer que hay un interés más amoroso y la otra persona responde: durante un tiempo se desencadena una pasión. Y vivimos una relación amorosa intensa. Esta pasión durará un tiempo y se transformará en un sentimiento, que es más suave y duradero: amor. Aunque pase años con esta persona y sienta amor hacia ella, seguiré experimentando emociones diferentes: un día me puedo enfadar, y tengo una emoción de rabia hacia él o ella, aunque paralelamente el sentimiento de amor esté ahí. Puedo tener un sentimiento a un nivel y una emoción a otro al mismo tiempo, hacia la misma persona. A parte de esto, tengo un estado de ánimo general: estoy más alegre, o triste, o cansado o enfadado. Y mañana tendré otro.

¿Cuántos sentimientos diferentes soy capaz de identificar? ¿En qué parte del cuerpo me provoca sensaciones? ¿Con qué intensidad? La rabia, el miedo, la tristeza y la alegría son los cuatro sentimientos básicos. Y lo son porque son universales e independientes del contexto cultural. Pero hay muchos otros. La lista es muy larga y unos son más simples y otros más complejos: culpa, vergüenza, afecto, ternura, solidaridad, consuelo, compasión, calidez, protección, admiración, castigo, desarraigo, menosprecio, exclusión, arrepentimiento, perdón, celos, rebeldía, confianza, proximidad, fusión... y muchos más. Unos son positivos, nos invitan a sentirnos bien, y otros negativos, o incluso agresivos, nos hacen sentir mal.

No todas las personas sentimos lo mismo. No todos tenemos el mismo estado de ánimo. Hay diversas variables que condicionan nuestra forma de sentir. Hay personas que tienen una base triste: con una causa justificada o no, van tristes por la vida. Otros, parecen estar peleados con el mundo de forma perpetua. Otros siempre se ríen y están de buen humor, etc. Y aquí entra en juego lo que los psicólogos llamamos sentimientos prohibidos y permitidos y sentimientos “parásitos”.

El permiso o “prohibición” de sentir algo, tiene mucho que ver con nuestra cultura originaria y con el contexto de la familia de la cual venimos: por ejemplo, y sin ánimo de caen en tópicos, comparemos la expresividad de un italiano y un japonés: son muy diferentes. Su contexto cultural les ha condicionado, sin ser conscientes de ello, a expresar sus emociones de una forma u otra, o simplemente a no hacerlo.

La semana que viene seguiremos profundizando en todos estos conceptos.

No hay comentarios :

Publicar un comentario