CATALÀ

La personalidad humana (10): La personalidad introvertida

Explicaré hoy este tipo de personalidad, que se enmarca dentro del patrón desvinculado, es decir, los que no buscan el apoyo en los demás, y a diferencia del inhibido que lo desea, el introvertido no hace nada para buscar la relación con los otros, y se encuentra a gusto estando solo.


Su apariencia es de pasividad. En su relación con los demás parece una persona modesta. A menudo da la sensación de estar ausente, de “no estar ahí”. A nivel afectivo es “blando” y poco expresivo. Se ve a sí mismo como una persona plácida y tranquila.

Como todos los patrones que he explicado, pueden ir dentro de un contínuum, desde el tipo de personalidad normal, a los rasgos patológicos, cuando las circunstancias se ponen difíciles para la persona. Así, su apatía se puede volver casi inmovilidad, su conducta interpersonal pasará de reservada a ausente, y se aislará hasta llegar al estado ermitaño. Tienen poco interés en las conversaciones de grupo. No se involucran en nada.

El rasgo más característico de estas personas es su indiferencia social, su aislamiento. Cuando se le obliga a participar en actividades sociales se lo hace venir bien para pasar desapercibido o desaparecer, o si se siente presionado a participar se puede volver malhumorado y oposicionista.

Suelen elegir trabajos en los cuales no tengan que interaccionar con otras personas, o están callados y no llaman la atención. Sus hobbies evitan el contacto con los demás: coleccionismo, lectura, deportes en solitario... También se pueden dedicar a estudiar o al cuidado de animales. En general se les puede definir como personas asociales.

Su pasividad se puede interpretar como un signo de hostilidad o rechazo por parte de los demás, cuando es simplemente la incapacidad de percibir e interpretar las necesidades y las emociones de los otros (y las propias).

También llama la atención su hipo-respuesta a cualquier tipo de estimulación. Cualquier cosa que a todo el mundo le provoca angustia, alegría o tristeza, en los introvertidos parece tener muy poco efecto. La gente que les rodea les describe como a personas frías. No se enfadan, ni lloran, ni ríen mucho.

Tienen pocos o ningún amigo y será la familia más cercana la que se dé cuenta de su tipo de personalidad. También suelen tener tendencia a la fantasía y a soñar despiertos.

Les cuesta entender las emociones de los demás, las expresiones emocionales les parecen “infantiles e inmaduras”. Esta postura no es tanto una filosofía de vida bien razonada, como una incapacidad para entender “qué hace que los otros reaccionen así”. Se les escapan las sutilezas y son poco o nada intuitivos. Tienen muy poca capacidad de introspección, de mirar a su interior.

Su motricidad es hipo-activa, parecen estar siempre cansados. También pueden parecer torpes.

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